semilla de la lechuga
Semilla
y Germinación
La semilla de la lechuga es
botánicamente un aquenio, definido como un fruto seco e indehiscente de una
sola semilla. Esta semilla se embebe con agua, con la cual se activa una serie
de mecanismos fisiológicos con los que se inicia el proceso de germinación. Hay
varias etapas durante este proceso, de las cuales se muestran algunas en la
Figura 2.1. La primera fase es la imbibición con agua, que penetra e hidrata
las membranas celulares; una vez activadas, comienza el crecimiento de la
radícula hasta que rompe la testa y comienza la elongación; sigue después la
aparición de los cotiledones. Este proceso es de crecimiento y elongación de
tejidos, todo dependiente de las reservas alimenticias que tenga la semilla y
de la humedad presente. Una vez que la plántula emerge y recibe luz, se convierte
en autótrofa, las raíces están completamente habilitadas para absorber agua y
nutrientes, los cotiledones pueden realizar fotosíntesis hasta que emerja el
primer par de hojas verdaderas.

La segunda influencia
importante en la germinación es la temperatura. La germinación de semillas de
lechuga ocurre en un rango óptimo de 18 a 21°C. Temperaturas sobre 26°C pueden
inhibirla, esto es llamado termodormancia. El periodo de termodormacia va a
depender del tipo y variedad que se trate. Como grupo, las tipo escarolas son
menos susceptibles a termodormancia que los tipos costinas y españolas (Gray,
1975), como se observa en el Cuadro 2.1. La tipo española requirió menor
temperatura para lograr el 50% de germinación en 7 días, pero las costinas y
escarolas necesitaron sobre 31°C, por lo tanto, son menos susceptibles.

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